Internacional

Chile va a elecciones con un récord de indecisos

El país trasandino elige un nuevo presidente en unos comicios históricos, en los que la izquierda puede llegar al poder y mientras se sustancia una reforma constitucional que reemplazará a la constitución de Pinochet. Gabriel Boric y el ultraderechista José Antonio Kast, primeros en las encuestas entre siete candidatos, podrían disputar una segunda vuelta.

Este domingo, Chile elegirá presidente. Pero se calcula que aproximadamente la mitad de los 15.000.000 de electores chilenos que deberán optar entre siete candidatos -desde la más extrema derecha hasta la izquierda- se encuentran indecisos sobre siquiera acudir a las urnas.

Desde que Chile anuló la obligatoriedad del voto mediante la ley 20.568, la participación en elecciones presidenciales ha sido del 49,13% en 2013 y del 46,64% en 2017, según las cifras oficiales.

Aún así, en la víspera de los comicios, las miradas se centran en los dos candidatos que hacen punta en las encuestas y todo indica habrá una segunda vuelta entre el ultraderechista José Antonio Kast y el candidato progresista Gabriel Boric. Completan la lista de candidatos la senadora Yasna Provoste, del Nuevo Pacto Social heredero de la Concertación de Michelle Bachelet, Gabriel Sichel, el candidato oficialista de Chile Podemos, Marco Enríquez-Ominami del Partido Progresita (PRO), Eduardo Artés (Unión Patriótica, izquierda) y el libertario Franco Parisi (Partido de la Gente).

De acuerdo a la encuesta de Plaza Pública, Kast obtendría 44% de los votos frente al 40% de Boric. Sin embargo, en su anterior medición de finales de octubre, la consultora señalaba que Boric ganaría con el 43%, frente al 35% de su posible rival.

Gabriel Boric, el diputado de izquierda de 35 años, es quien despierta una mayor adhesión entre los jóvenes. Exlíder estudiantil, viene de vencer al comunista Daniel Jadue en las internas de la coalición de izquierda “Apruebo Dignidad”. Con una agenda ambientalista, feminista y poniendo la lupa en el fin de la corrupción y la mercantilización de la política y el estado, el joven frenteamplista impugna el el actual modelo neoliberal chileno.

Del otro lado del ring, defensor de políticas radicales contra la migración, férreo crítico del aborto y del matrimonio igualitario, cercano a la dictadura de Augusto Pinochet, José Antonio Kast quiere llegar al Palacio de la Moneda.

Padre de nueve hijos, abogado, y profundamente católico, Kast se vende como un ‘outsider’ de la política. Sin embargo, militó durante dos décadas en la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido por el que fue candidato en las elecciones pasadas y al que abandonó un tiempo después.

Si las encuestas se confirman en las elecciones del 21 de noviembre, habrá una segunda vuelta entre los candidatos más votados —que podrían ser Kast y Boric— dado que ninguno habrá conseguido 50% más 1 de los votos que pide la Constitución de Chile en primera vuelta.t

El contexto

Chile es uno de los países más ricos de la región, pero sufrió un retroceso en su economía en 2020 debido a la pandemia de covid-19 —su PIB cayó un 6%, su peor recesión en décadas— y busca el camino a la reactivación. Pero sin dudas el mayor factor condicionante de estas elecciones es el proceso de reforma constitucional, que busca superar la carta magna aún vigente y legada por la dictadura de Pinochet.

En mayo pasado, las elecciones de constituyentes sacudieron a la clase política chilena: la primera minoría está formada por independientes que no se presentaron en representación de ningún partido, muchos de los cuales reniegan de la forma de hacer política habitual en el país.

Otra situación que enmarcó las elecciones fue la acusación constitucional contra Piñera, que fue aprobada por la Cámara de Diputados pero no por el Senado, por lo cual no fue destituido.

La acusación fue promovida por la oposición tras conocerse en los papeles de Pandora que la familia del mandatario vendió su parte en el proyecto de minería Minera Dominga a otro empresario chileno, y que el acuerdo ocurrió en las Islas Vírgenes Británicas.