Alta tensión en Medio Oriente
Un ataque con drones y misiles a instalaciones de la petrolera estatal de Arabia Saudita incrementó las posibilidades de una guerra regional.
La operación, que paralizó más de la mitad de la capacidad de producción saudí y disparó los valores internacionales del crudo, fue reivindicada por el movimiento houthi de Yemen, un grupo shiíta contra el que los saudíes combaten desde hace 4 años y cuenta con el apoyo de Irán. Pero Riyad desestima esa atribución y acusa directamente a los iraníes como ejecutores del ataque, algo que Teherán rechaza. Estados Unidos respalda la versión saudí pero por el momento Donald Trump no parece dispuesto a lanzar una represalia militar, como pretenden los saudíes.