Don Videla es operador de cine, con sus 80 años y 65 de oficio, atraviesa las calles de San Juan en su bicicleta para llegar al Cine Municipal y proyectar películas. De pronto el mundo cambió y la tecnología digital llegó a su trabajo para ponerlo a prueba. Un equipo de filmación lo acompaña a recorrer las huellas de los cines por los que pasó. Una sorpresa lo lleva a un viaje y ese viaje a cumplir algo inesperado. La luz del proyector aún no se apaga.