Salman Rushdie publica “Cuchillo”, un relato sobre el atentado que casi le cuesta la vida
Cultura

Salman Rushdie publica “Cuchillo”, un relato sobre el atentado que casi le cuesta la vida

Sale a la venta el libro “desgarrador y profundamente personal” en el que el autor británico-estadounidense de origen indio relata el intento de asesinato que sufrió en 2022 y que le hizo perder un ojo.

“Uno de los cirujanos que me salvó la vida me dijo: ‘Primero tuviste muy mala suerte y luego mucha’. Le dije: ‘¿Cuál es la parte afortunada?’, y me contestó: ‘Bueno, la parte afortunada es que el hombre que te atacó no tenía ni idea de cómo matar a un hombre con un cuchillo’”, contó Rushdie.

Luego del accidente, su pareja evitó que se mirase en el espejo durante un tiempo largo.

En su nuevo libro, “Cuchillo. Meditaciones tras un intento de asesinato” (Random House, traducción de Luis Murillo Fort), el escritor cuenta en primera persona la experiencia de sufrir un ataque terrorista. De que te apuñalen quince veces; que parezcan infinitas.

Ocurrió en agosto de 2022, cuando el autor británico de origen indio daba una conferencia en Chautauqua, en el estado de Nueva York.

Allí el agresor Hadi Matar (en el relato prefiere llamarlo solo A.) se subió al escenario y lo acuchilló varias veces.

Rushdie había salido a escena en un anfiteatro en el que cabían cuatro mil personas, que estaba bastante lleno, y en el que había recibido fuertes aplausos.

Entonces con el rabillo del ojo derecho (“la última cosa que iba a ver ese ojo”) percibió a un hombre vestido de negro, con pasamontañas, que corría por el patio de butacas.

Se quedó paralizado.

“Me quedé quieto como una piñata y dejé que él me destrozara”, escribe.

El ataque, que duró casi medio minuto, terminó cuando el moderador redujo al agresor, una acción a la que se unieron otras personas del público.

En el libro Rushdie parte de ese momento para mezclar detalles autobiográficos y otras reflexiones en torno a la vida, la muerte, la violencia o la literatura.

Se recrean cuatro entrevistas imaginarias entre Rushdie y su agresor, que no ha mostrado ningún remordimiento, en las que el escritor trata de comprender (y convencer) al atacante, que en la conversación se muestra cerril y esquivo, obsesionado con la religión.

“Una de las formas en que he afrontado todo este asunto es mirar hacia delante y no hacia atrás. Lo que pase mañana es más importante que lo que pasó ayer”, dijo el escritor a The New Yorker tras el atentado.