Policiales

Detuvieron al CEO de Wenance, acusado por una estafa millonaria

Alejandro Muszak, líder de la fintech Wenance, es investigado por cometer delitos de estafas reiteradas en el marco de asociación ilícita. Se habría quedado con más de 2 millones de dólares, y también es requerido en tribunales españoles y uruguayos. El modelo de negocios del “unicornio” bajo la lupa.

La Policía Bonaerense arrestó a Alejandro Muszak, CEO de la fintech Wenance, en la mañana de este martes, en el barrio porteño de Palermo.

Según el expediente investigado por el fiscal Alejandro Guevara en la Justicia de San Isidro, Muszak habría estafado a 27 víctimas, en cifras que rondan los dos millones de dólares.

El empresario permanece en un calabozo de la Sub DDI de Vicente López, y será indagado hoy por los delitos de estafas reiteradas en el marco de asociación ilícita.

El expediente lleva la firma de la jueza de Garantías Andrea Mentasti, quien entiende que es conveniente mantener a Muszak detenido dado que habría un importante riesgo de fuga. En ese sentido, explicó que parte de la familia del CEO de Wenance vive en el exterior.

El modus operandi

Wenance prestaba dinero por internet a sectores no bancarizados con altas tasas de interés. “Les damos la oportunidad a esos sectores de regresar al sistema, de reconstruir su scoring, y eso obviamente tiene un precio”, decía Muszak en 2017 y 2018, cuando explicaba su negocio en foros sectoriales.

En julio de 2023, abrió un nuevo frente de conflicto con los inversores que colocaban su dinero para que Wenance lo prestara, en un caso evidente de intermediación financiera sin licencia del BCRA. En julio, el financista alegó un “aumento de la mora por la crisis económica” y entró en cesación de pagos, aunque en el expediente hay elementos suficientes para acreditar una quiebra fraudulenta.

Las operaciones de Abuntia comenzaron en 2021 y crecieron durante 2022. La explicación era sencilla: Muszak les ofrecía a sus inversores de Wenance “una plaza más segura y estable que la Argentina”. Muchos compraron el argumento.

Cuando el financista decidió dejar de cumplir sus compromisos con inversores, proveedores y empleados, también lo hizo con los “españoles”, que eran en realidad argentinos, muchos de ellos residentes fuera del país. En agosto del año pasado, Abuntia anunció a sus inversores el inicio de un proceso de auditoría externa, paso previo para elaborar un plan de reestructuración de deuda. Pero tres empresas de auditoría renunciaron, en disconformidad con la injerencia de Muszak en el proceso.

A fin de 2023, Muszak abandonó su domicilio de Nordelta, preocupado por posibles escraches, y se mudó al 4400 de avenida Libertador, en la ciudad de Buenos Aires. Los damnificados por su accionar comenzaron a esperarlo e interceptarlo, teléfono en mano, durante sus salidas matutinas de running alrededor de los lagos de Palermo para después subir el material a las redes sociales.

Un escándalo internacional

Acosado por los reclamos,  Muszak y dos personas señaladas como sus cómplices, Ivana Román Luquez y Silvana Bedoya, redoblaron la presión sobre los acreedores de Abuntia, la marca comercial con la que Wenance operaba en España, para que acepten una reestructuración de deuda, en un plazo que venció sin ser aceptado el último 9 de abril.

Es apenas uno de los problemas que enfrenta Muszak con la justicia española. También pesa sobre él una investigación penal tributaria por evasión fiscal, en este caso, vinculada al Impuesto a la Renta de Personas Físicas (IRPF), figura que en ese país contempla penas de prisión de cumplimiento efectivo.

Además, Muszak recibió un duro revés en Uruguay. El banco central de ese país canceló la licencia con la que operaba Big Capital, una firma de su propiedad dedicada al “asesoramiento en inversiones”, por multiplicidad de incumplimientos, según la resolución oficial.

El principal de ellos es que Big Capital se dedicaba, de manera excluyente, a colocar títulos emitidos por préstamos otorgados por Wenance. La firma tampoco contaba con políticas y procedimientos adecuados para prevenir el lavado de activos”.