Donald Trump, en el banquillo para un juicio penal sin precedentes
El magnate se convertirá en el primer exmandatario de Estados Unidos en enfrentarse a un juicio penal. Es por el ocultamiento de pagos y sobornos para que una actriz porno no revele su vínculo. Cómo conjugará sus otros casos judiciales con una intensa campaña presidencial que lo volverá a enfrentar a Joe Biden en noviembre.
El primer juicio penal de un ex presidente de los Estados Unidos, en base a la primera de las cuatro acusaciones contra Donald Trump, llega hoy a las cortes neoyorquinas.
Como Trump es el presunto candidato para la candidatura republicana de este año, el juicio también producirá una pantalla dividida de un candidato presidencial que pasa sus días en los tribunales y, según ha dicho, “hace campaña durante la noche”.
Trump atraviesa cuatro procesos penales separados mientras se postula para reeditar su enfrentamiento en noviembre ante el presidente Joe Biden, creando un remolino de caos legal y político sin precedentes.
La selección del jurado comienza el lunes en Nueva York en su juicio, donde se le acusa de intentar durante su campaña de 2016, enterrar historias sobre relaciones extramatrimoniales, mediante pagos de dinero para mantener el silencio de Stormy Daniels, la actriz porno con la que sostuvo un vínculo.
Los abogados de Trump perdieron un intento de desestimar el caso, y desde entonces han tratado repetidamente de retrasarlo, lo que provocó una avalancha de audiencias de última hora en la corte de apelaciones la semana pasada.
Entre otras cosas, los abogados de Trump sostienen que el jurado en Manhattan, un distrito abrumadoramente demócrata, se ha visto contaminado por la publicidad negativa contraTrump y sostienen que el caso debería trasladarse a otra parte.
Un juez de apelaciones rechazó una solicitud de emergencia para retrasar el juicio, mientras la solicitud de cambio de sede llegará a un grupo de jueces de apelaciones, que la considerarán en las próximas semanas.
El caso y los cargos
Donald Trump enfrenta 34 cargos por delitos graves relacionados con la falsificación de registros comerciales, para ocultar un pago de 130.000 dólares a la estrella porno Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016. Supuestamente le pagó para silenciar las acusaciones de relaciones extramatrimoniales.
Si es declarado culpable, Trump, el posible candidato presidencial republicano, podría enfrentar una sentencia que va desde libertad condicional hasta cuatro años de prisión.
El caso se centra en una serie de transacciones realizadas por Trump para pagarle a Cohen que fueron registradas como servicios legales legítimos. Trump se ha declarado inocente y ha negado haber tenido una aventura con Daniels.
Sin embargo, la fiscalía alega que Trump reembolsó a su ex abogado, Michael Cohen, el pago de su silencio mediante cheques falsificados, violando las leyes electorales federales y excediendo los límites de contribución de campaña. Trump se ha declarado inocente de los cargos e ntentó retrasar el juicio sin éxito.
Las repercusiones políticas
Se espera que el caso genere división, ya que muchos votantes republicanos apoyan a Trump a pesar de sus impugnaciones legales.
La retórica en torno al caso fue especialmente virulenta en los últimos días: Trump acusó tanto al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, como al juez de primera instancia, Juan Merchan, de parcialidad en su contra.
“Algunos probablemente considerarán que este juicio tiene una motivación política, mientras que otros considerarán que aborda actividades ilegales, como pagar a una estrella del porno”, dijo a USA Today Hank Sheinkopf, un consultor político con sede en la ciudad de Nueva York.
A medida que se acerca el juicio, la opinión pública parece dividida, y una parte importante de los votantes registrados considera que los cargos son graves.
El juicio podría servir como plataforma para que Trump reúna a su base y demuestre su destreza política, o podría dañar aún más su reputación, dependiendo del resultado y la percepción pública.